15 kilos de felicidad. Eso es lo que necesitas. Te lo juro. Ponelos en una mochila, y cárgalos en tu espalda. Mételos en una valija y llevalos sobre ruedas. Da igual. Dobla algunas remeras, las que mas te gusten. Tampoco tantas. Despues no las usas. Algún que otro pantalón. Dos o tres bermudas. Tus zapatillas preferidas. Lleva los amuletos, esos que te acompañaron siempre. Pone las cartas que te escribieron, las fotos que te sacaste, las tarjetas de cumpleaños que te hicieron tus abuelos (no seas boludo, despedite de ellos). Deja espacio en tu cabeza, vas a llenarte de memorias que no vas a querer borrar.
Ese va a ser el momento más difícil, perdona que te lo diga. El de ponerte la mochila en la espalda. Ahi vas a tener que tener huevos. Porque los dias y semanas previas vas a convencerte que es lo que queres, que es lo que te hace feliz, que es el cambio que estabas buscando. Que el mundo es muy chico y queres conocerlo. Que la tecnología achica distancias. Que te van a poder ir a visitar o que falta poco para Navidad. Pero cuando te pones la mochila, ahi te quiero ver. Cuando tenes a tus viejos esperando en el auto para llevarte a Ezeiza, y quedas vos solo, en tu habitación, en tu casa, y sabes que no vas a volver a verla.
Esos pasos van a pesar toneladas. Acordate. Tambien el viaje. En silencio. Vas a querer que el tiempo no pase para estar un poco mas con los tuyos. Vas a putear por esa cena que cancelaste, o por esos mates que te perdiste. Ese ultimo abrazo, esas ultimas lagrimas, esa caminata interminable, de espaldas a los tuyos. Ese ultimo saludo. Va a ser jodido. Perdona. Es asi.
Despues, vas a renacer. Te juro no se como pasa. La adrenalina se apodera de vos. Vas a sonreír. Vas a reírte fuerte. Los que están al lado tuyo te van a reconocer al toque. Vos vas a conocer el mundo. Vas a mandarles un mensajito a tu familia y vas a decirle que va a estar todo bien. Tambien a tus amigos. Vas a pedirle a Dios que todos puedan compartir ese momento con vos. Nunca te sentiste asi. Vas a poner musica muy fuerte y vas a prepárate. Porque te tenes que preparar mentalmente, si o si.
Vas a llegar a destino. Vas a agarrar muy fuerte tu amuleto, el que te dije que guardes. Vas a agarrar tu mochila. Vas a mirarla. Vas a mirarte. Sonriente. Feliz. Motivado. Renovado. Vas a mirar la mochila de vuelta. Vas a entenderlo. 15 kilos de felicidad.
Una Vuelta por el Universo. Una serie de relatos espontaneos e impensados. 15 kilos de felicidad.