Volvimos a la ruta. Si. Y por un rato largo. Bueno, a ver. Vivimos en la ruta. Es verdad. Pero nos estabamos acostumbrando a estar varios meses en una ciudad. Ahora va a ser diferente.
Queremos viajar lento. Esa es la prioridad. Bueno, y con poco equipaje, pero eso te lo cuento despues. Te decia. Lento. Queremos hacer base por unas semanas o un par de meses en los lugares que nos sintamos comodos. Yo quiero escribir. Ella quiere pintar. Queremos enseñar. Ingles. Matematica. Arte. No importa el pais. Estamos abiertos. Pero queremos que la experiencia nos llene. Y queremos transmitir todo lo que, sentimos, aprendimos en el camino.
Viajamos con poco equipaje. Esa fue una de las consignas principales. Equipaje de mano y nada mas. Nos compramos una mochila comoda que entrara en la cabina del avion. Y otra chiquita para llevar la notebook y no mucho mas. La mochila no puede pasar los 10 kg. Es casi como un juego. Queremos seguir desprendiendonos. Llevamos lo necesario. Y lo que no suma, lo regalamos. A quien le sirva. Acordate. Lo que no suma, termina restando. Y no hablo solo de viajes.
Viajamos sin plan. Otra de las consignas. No vale armar un itinerario a largo plazo. Solo sabemos la proxima ciudad y, cada tanto, imaginamos el proximo pais. Ya pisamos Nueva Zelanda y sabemos que se viene Japon. Pero a partir de ahi, no lo decidimos. Ni queremos decidir. No ahora. Es que queremos disfrutar el momento. Los dias. Los paisajes. Las estrellas. Cosechamos lo que aprendimos durante muchos años. Ahora es tiempo de volver a sembrar. Y empezamos por nosotros.
No nos interesa tanto lo turistico. Queremos conectar. Con lo local. Con la gente y sus costumbres. Con la comida y sus sabores. Con el paisaje y sus relieves. No queremos estar de paso. Queremos dejar una huella. Podra parecer un viaje a la deriva pero, dejame decirte, es un viaje con un destino certero. Utopia, alla vamos.
Una Vuelta por el Universo. Transcriptos de un nuevo viaje por el mundo. Volvimos a la ruta