fbpx

Ubud, angeles y demonios

El paraiso es un lugar en la mente. Esa mente tan subjetiva, tan manipuladora, tan ella, tan unica. La mente capta lo que, en ese momento, quiere captar. Hace foco en lo que, en ese momento, quiere hacer foco. Deja escapar detalles que no le interesan. En ese momento. Se acuerda de lo que se quiere acordar y juega con nosotros a su antojo. Nos maneja como titeres.


Nuestra mente, influenciada capaz por comentarios previos y experiencias de otros viajeros, nos hacia ilusionar con nuestro proximo destino: Ubud. Un lugar lleno de misticismo, relajacion, tranquilidad. Si, el mismo pueblo que Comer, Rezar, Amar, la pelicula de Julia Roberts. Bueno, eso pensabamos.


unavueltaporeluniverso-ubud-2


Mientras llegabamos a Ubud, veiamos el transito aumentar y las motos multiplicarse. “No importa, en Ubud desaparecen” – pensabamos. Llegamos a nuestro homestay, una especie de
templo devenido en lugar para hospedarse. “Que original” – pensabamos. Dejamos nuestras cosas y nos fuimos a caminar, en direccion al centro. Pasamos por un Warung, un restaurant local. “Que bueno, debe haber un monton mas en el centro” – nos ilusionamos.


unavueltaporeluniverso-ubud-1


Mientras los pies nos transportaban al centro del pueblo, nos dimos cuenta que las motos seguian. Y eran muchas. Nos dimos cuenta que todos los lugares para hospedarse emulaban templos. Nos dimos cuenta que no habian Warungs, pero si locales que vendian pizzas, pastas, y hasta cafe con medialunas. Encontramos un Nike. Un Starbucks. Y locales modernos y luminosos, al mejor estilo Carilo.


¿Que paso en Ubud? Donde quedo lo tipico de este pueblo? ¿Por que dejo ir su misticismo? Mientras caminabamos nos preguntabamos en que momento lo perdio. Cuando dejo de ser un pueblito local a ser una ficcion donde solo importa el turismo.


Nuestra mente, esa que estaba ilusionada con Ubud, no queria darse por vencida. Al segundo dia, despues de caminar y caminar, y sortear la marea de motos y turistas, encontramos un callejon que nos alejaba del turismo y nos depositaba en una reconfortante calma. Casi sin quererlo, llegamos a un homestay en medio de campos de arroz, donde a la tarde podiamos ver el verde a lo lejos, o simplemente ver la lluvia caer, o disfrutar del silencio.


unavueltaporeluniverso-ubud-3


unavueltaporeluniverso-ubud-5


Agarramos nuestras cosas y nos mudamos. Queriamos tener una mejor sensacion de Ubud. Alquilamos una moto y manejamos casi una hora. De repente, Ubud. El real. El que vinimos a ver. El magico. Campos de arroz a izquierda y derecha. Terrazas de arroz. Callecitas magicas donde se asomaban escaleras que hacian de entrada a las casas de los habitantes de Ubud. Los verdaderos protagonistas. Casas que parecian templos. Casas que eran templos. Templos sagrados, que eran templos. Gente respetando la religion.


unavueltaporeluniverso-ubud-14


unavueltaporeluniverso-ubud-13


unavueltaporeluniverso-ubud-10


unavueltaporeluniverso-ubud-8


Nos subimos a la moto y emprendimos la vuelta, felices. Nuestros ojos no se cansaban de mirar algo autentico, puro, diferente. Volvimos con una sonrisa. Al otro día armamos nuestros bolsos y seguimos viaje, pensativos.


Nuestra mente, perseverante, no se quiso dar por vencida. No quiso conformarse. Nuestra mente, inquieta, intenta entender las dos caras de un mismo lugar. Intenta entender, mas que nada, cual de las dos caras es la real.


unavueltaporeluniverso-ubud-7


unavueltaporeluniverso-ubud-12

 unavueltaporeluniverso-ubud-6

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.