Para vos,
Hola! ¿Cómo estas? Pareciera que tengo una especie de reloj biológico que cada 3 meses me avisa que tengo que escribirte algo. Cada vez que siento la necesidad de hacerlo, miro cuando fue la última vez que te había escrito. Y siempre me encuentro que fue hace 3 meses. ¿Será asi? ¿O el mundo cibernético me quiere hacer creer que pasaron 3 meses cuando en realidad fue ayer? Que se yo.
Tantas cosas pasaron en este tiempo. Como te conté en una carta pasada, me gusta releer las cosas que te escribí en su momento. Ver que pensaba por ese entonces, cuales eran mis planes, ver si cambiaron. Casi al pasar, en una de las cartas, te mencioné la idea de viajar a Asia. ¿Sabías que se concretó? Te lo juro! El 2 de mayo vuelo de Madrid a Bangkok para recorrer todo el Sudeste Asiático sin tiempo fijo. Tengo mucha felicidad. También nervios. Miedo. Ansiedad. Todo. Es un desafío muy grande para mi. Estoy saliendo de una zona de confort que me costó mucho construir. Siento que logré conquistar Europa y cuando lo logré, decidí emprender esta aventura. Un continente que nunca visité. Idiomas y culturas diferentes. Paisajes que solo vi por fotos. Todo me llama la atención. La noticia tuvo repercusiones variadas entre las personas cercanas a mí. Algunos se enojaron, otros se pusieron tristes, otros no me entendieron, varios me motivaron, y (casi) todos me dijeron que estaban felices por mí. Si yo era feliz, ellos también lo eran. No todos me lo dijeron pero bueno, se en el fondo que lo sienten. Me costó mucho no tenerte al lado estos días, ¿sabes? Siempre fuiste una persona a la que consultaba estas decisiones. Y siempre me bancabas y estabas ahi al lado mío para apoyarme. Haber tomado esta decisión sin vos fue algo raro.
Pero espera, porque te estoy hablando del futuro y no te conté nada de estos 3 meses. Estuve en Argentina! Pasé Navidad y Año nuevo con la familia y amigos. Estuvo buenísimo! Raro, eso sí. Aunque me considero una persona que se adapta fácil a los cambios geográficos, cuando estos conllevan el encuentro (y posterior despedida) de lugares o seres queridos, me cuesta un poco más. Pero igualmente lo disfruté muchisimo. Buenos Aires siempre será mi primer casa. Amo esa bendita (y maldita) ciudad de la furia. Es tan vertiginosa. Tan caprichosa. Tan única. Tan Buenos Aires. Ojala todo el mundo pudiera conocerla al menos una vez en la vida.
Volví a Italia y los trámites se aceleraron muchísimo. Ya soy ciudadano italiano! Acá me dicen que soy italo-argentino. Yo los miro y los corrijo. Soy Argentino, e Italiano. Me encariñe mucho con este país. Tanto es así que decidí hacer un viaje de 15 días para recorrer ciudades que quería ver. Cuando Abril se ponga en marcha me tomo un vuelo a Londres (sabes el cariño que siento por esa ciudad) para, antes de irme a Asia, pasar un mes british style. Entonces antes de irme quise recorrer el país de la bota. Que paisajes! Cuanta arte! Cuantas cosas para ver! Que calidad de gente! Cuanta bondad. Cada día que pasa, más quiero a Italia. Y más me cuesta despedirme. Hoy le conté a mis parientes italianos que en una semana me iba. ¿Sabes que vi tristeza en sus ojos? Fue una sensación muy fea. Igualmente hice una promesa. Una vez por año voy a volver a Brienza. Ellos se lo merecen. Es mi forma de agradecerles tanto cariño. Todavía me acuerdo el día que llegué, caminando con valijas llenas y sin hablar italiano. Y me veo ahora, y no puedo creer todo lo que pasó.
Esta semana va a ser dura, lo sé. Las despedidas me cuestan cada día más, no se si te conté. Mientras mas despedidas tengo, más las sufro. Y se que Brienza no va a ser la excepción. Me invade una culpa tan grande! Siento que los defraudo, siento que los abandono. Siento que hice que nos encariñáramos y cuando todo iba mejor que nunca, me voy. En realidad, siento que así es mi vida. Y eso me genera una culpa casi constante. ¿Cómo voy a ser tan egoísta de pedirle a alguien que me abra su corazón si en algún momento me voy a ir? ¿Llegará el día que deje de viajar? Que se yo. Mientras mas viajas, mas se expande la mente, y en vez de respuestas, encontras más preguntas. Es un buen síntoma. Pero estresante.
Dentro de unos meses nace mi segunda sobrina. Ya lo sabía cuando te escribí la carta anterior, pero no podía contártelo porque no era oficial. Había que seguir la cábala. Esmeralda se llama. Quería un sobrino para poder comprarle la remera de Boca y llevarlo a la cancha algún día. Pero bueno, ya va a llegar dicen. Va a ser raro (y triste) no conocerla el día que nazca ni acompañarla los primeros meses. Más consecuencias de las decisiones que tomé. Ya va a llegar el día para ese encuentro. Hoy hay desafíos por delante que me motivan y quiero cumplir.
Escribí mucho creo. Seguiría haciéndolo pero prefiero cortar acá. Mientras, sigo sin saber que cara ponerte. Confieso que estos 3 meses pasaron más rápido que los anteriores. ¿Será que siento menos tu ausencia? ¿O será que ya me acostumbré a la cotidianidad de la misma? Siempre tengo tu foto cerca y cada tanto la miro. Eran buenas épocas esas.
Estes donde estes, que estes siendo feliz!
Lucho