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Las 3 aristas para mantenerte en la ruta y vivir viajando (#3 – Transporte)

Ahorrar en hospedaje es muy importante, si. Tener una manera de generar ingresos, también lo es. Es verdad. ¿Pero alguna vez pensaste de que manera se podrían reducir gastos a la hora de transportarte entre lugares? El transporte es un desafío que enfrentamos diariamente a la hora de viajar y, si le sacamos el mayor jugo posible, vamos a poder ahorrar varios pesos.

Me gusta decir que una de las mejores formas de viajar, es comportándose como un local. No es por el tema monetario. A ver, ayuda. Pero no es únicamente por ese motivo. Viajar como un local te hace experimentar los lugares con otra perspectiva. Tus sentidos se agudizan y podes ver detalles que de otra forma no verías. Intentar ser uno más en el lugar que estas, intentar ser parte de su cultura,  genera un sentido de identidad muy fuerte y nos hace apreciar, un poquito más, el lugar donde estamos y el estilo de vida que llevamos. Comer su comida. Visitar sus lugares cotidianos, pero extraordinarios. Percibir sus olores. Escuchar sus conversaciones. Ser. Y no estar. Es una diferencia mínima pero sustancial.

Viajar como un local 

´La primer pregunta que me hago, en cualquier ciudad en la que me encuentre, es, creo, la más importante de todas: ¿Cómo haría un local para ir del punto A al punto B? ¿La persona local pagaría el exuberante precio que me esta diciendo, en este momento, el señor que se encuentra enfrente mío? La respuesta, en la mayoría de los casos, es NO. Entonces… si un local no viajaría de esa forma, ¿por qué habría yo de hacerlo?  Haciéndonos esa pregunta, te juro, vamos a solucionar muchísimos dilemas y problemas.

Viajar como un local ?
Viajar como un local ?

Si estamos en una ciudad grande que requiere que nos movamos de alguna forma que no sea a pie, es una buena idea averiguar como se conforma el sistema de transporte público en la ciudad donde nos encontramos. ¿Hay metro? ¿Hay buses? ¿Funcionan todo el día? ¿Cortan a la noche? 

Hoy en día, con Google Maps todo es más fácil. Aunque, hay que admitir, no funciona con la misma exactitud en todos los países. Por eso también es buena idea buscar si hay alguna app de transporte en particular en el país donde nos encontramos. Por ejemplo en Japón, Google Maps funciona a la perfección, pero en Dinamarca, hay una app específica que nos muestra de una manera mucho más práctica y concisa como usar el transporte público en la ciudad.

¿Por qué no la bicicleta? Es una alternativa ecológica, saludable y 100% económica. A veces, en caso que la ciudad este hecha para andarla en dos ruedas, es más rentable alquilar una bici por el tiempo que vamos a estar en la ciudad, a tener que estar comprando boletos de transporte público todo el tiempo. Y, en caso que nos quedemos en una ciudad varios meses, podemos comprar una bicicleta y, al momento de irnos, intentar venderla. Dinamarca es un gran ejemplo para esta modalidad. El país entero es apto para andarlo en bicicleta. También Holanda.

Mi bici en Copenhague
Mi bici en Copenhague
Andar en bicicleta por Copenhague es heeeermoso !
Andar en bicicleta por Copenhague es heeeermoso !

En países donde la moneda es muy débil en comparación con el dólar, euro o libra, se intentan aprovechar del turista y se crea un negocio de buses nocturnos, de corta o larga distancia, en donde se inflan los precios ya que, incluso pagando el doble de lo que pagaría un local, sigue siendo conveniente económicamente para un turista que trae dólares en su bolsillo. Por eso volvemos a la pregunta inicial. ¿Cómo haría un local para ir del punto A al punto B?. Siempre hay una forma más económica, más local y mucho más rica para nuestro repertorio de memorias y anécdotas. Una buena forma es preguntar a la gente local en mercados o restaurants, si saben como ir a “tal lugar” de la manera más económica posible. También nos podemos acercar a la estación de trenes o buses de la ciudad donde nos encontremos y preguntar en las boleterías como ir a X ciudad. Es verdad que muchas veces, incluso las personas que atienden en las boleterías quieren cobrarnos de más, inventando algún impuesto al turista, o alguna ley que no existía dos minutos atrás. En casos así, se puede buscar en la estación a alguna persona local que hable o entienda nuestro idioma y preguntarle si puede sacarnos el boleto. No van a estafar a una persona local.

Los buses VIP estan por todo el Sudeste Asiático
Los buses VIP estan por todo el Sudeste Asiático

Cuando viajé por Laos, allá por el 2015 (no puedo creer que pasó tanto tiempo), me puse una consiga: Viajar como un local, desde el momento cero. Bueno, a ver. Intenté (e intento) siempre viajar de esa manera pero a veces, cuando el tiempo apremia o situaciones extraordinarias suceden, uno decide gastar unos pesos más pero ganar en comodidad y ahorrase el estrés que genera, a veces, encontrar la mejor forma de viajar sin intentar ser estafado. En fin… Laos. Lo viajé enteramente en buses locales, sin ningún turista. Uno o dos cada tanto. En cada ciudad donde estaba, me encargaba de buscar la estación de buses más cercana y averiguaba como ir a mi próximo destino. Caminaba hasta la estación, negándome una y otra vez a los benditos tuk tuk o a las infinitas ofertas de buses VIP que salían a toda hora. Esperaba el tiempo que hiciera falta (la puntualidad no era su fuerte) y me subía, junto a gallos, bolsas de papas y pollos asados en una especie de cruz. Pero feliz. De estar viviendo algo que, de otra manera, no podría haber vivido.

Del aeropuerto al centro

Muchas veces, y ahora más que los vuelos low cost son más famosos que el negro de WhatsApp, nuestro primer contacto con una ciudad es su aeropuerto. A veces el aeropuerto principal. A veces uno secundario. Pero, en la mayoría de los casos, un aeropuerto que queda bastante lejos del centro de la ciudad, o de donde vamos a hospedarnos. Entonces, la manera de llegar del aeropuerto a la ciudad es muy importante. Porque a ver. Si nos ahorramos 20 dólares en un pasaje de avión, pero los gastamos en el bus que nos lleva del aeropuerto al centro, ¿qué sentido tiene? Para eso viajemos en tren. El tren siempre llega a la estación central del lugar donde vamos. Y las vistas son hermosas. No hay nada más lindo que viajar en tren.

Benditos vuelos low cost
Benditos vuelos low cost

Perdón. Me fui. Los posts prácticos no son mi especialidad. Te decía. Ir de los aeropuertos a la ciudad. Muchos aeropuertos ofrecen un servicio especial (llámese tren, shuttle, aerobús, etc) en donde, por un precio fijo, llegamos a la parte más céntrica de la ciudad. Por ejemplo, Sydney ofrece un tren del aeropuerto al distrito comercial por 17 dólares australianos. En Barcelona, el metro que sale del aeropuerto es más caro que el metro ordinario, y cuesta 5 euros. En Kuala Lumpur hay un bus que te comunica con el centro de la ciudad por, creo, 12 MRY. 

Pero, como todo en la vida, siempre hay una alternativa. No se olviden de eso. Es solo cuestión de ser ingenioso. Si el tren que sale del aeropuerto cuesta 17 dólares… ¿cuánto sale el tren que sale de la estación más cercana al aeropuerto? Si. Adivinaron. Menos de la mitad. Podemos caminar hasta esa estación. O tomar un bus hasta la misma. Si estas con amigos, novia/o o familia, ¿por qué no averiguar cuánto vale un Uber? A veces, dividiendo el gasto entre 4, se paga menos que usando el transporte público. También podemos averiguar la parada de bus más cercana al aeropuerto. Seguramente pasa por ahí una linea de bus que nos deja en el centro. Insisto. Es cuestión de ingenio. Y de preguntar. Preguntando no perdemos nada.

¿Cómo conseguir vuelos baratos?

Esta es una pregunta que me hacen muchas personas y no, no tengo la formula mágica. Les comparto como me manejo a la hora de buscar pasajes. Creo es la mejor manera de conseguir los mejores precios.

Como buscador, uso Skyscanner. Es una plataforma que compara los precios de todas las aerolíneas, incluyendo las low cost, y te arroja los precios de cada vuelo, en la moneda que prefieras.

Ahorrar en transporte requiere mucha investigación previa. No es todo tan fácil como parece
Ahorrar en transporte requiere mucha investigación previa. No es todo tan fácil como parece

Muchas veces me fijo la compañía aérea que me tira Skyscanner y entro a la página web de esa compañia. A veces se consiguen mejores precios en los sitios web de las aerolíneas.

Dicen que es mejor viajar un Martes o un Jueves, y que es mejor buscar el pasaje en un navegador incógnito o en determinada franja horaria. Aunque a veces me funciono, no puedo asegurarlo. Vivimos inmersos en un flujo tan grande de información que ya es difícil asegurar que es verdad y que no.

Como dije antes, es cuestión de ingenio. Si de Buenos Aires a Turquía el pasaje nos sale muy caro, ¿probaste saliendo desde Brasil? Capaz el pasaje es mucho más barato y podemos conseguir, aparte, un pasaje barato de Buenos Aires a Brasil. La opción de hacer una escala de unos días en alguna ciudad es muy buena y, muchas veces, eligiendo esta modalidad, nos ahorramos unos pesos.

Eso sí. Si queres ahorrar plata en los pasajes de avión, vas a tener que estar dispuesto a viajar muchas horas, hacer varias escalas e incluso dormir en aeropuertos. No te hagas drama, no es tan grave.

Hacer dedo (o Hitchhiking)

Aunque requiere un mayor coraje, paciencia y planificación, hacer dedo es una opción que cierra por todos lados. Desde el punto de vista de las experiencias y de meterse de lleno en la cultura local (para mi este punto es siempre el más importante), es una de las mejores formas de transportarse. Cuando hacemos hitchhiking (como se lo conoce en inglés), nos entregamos de lleno a la amabilidad local, que nos ofrece llevarnos a nuestro lugar destino o, en caso que no lleguen hasta ahí, a algún lugar más cercano. Durante este trayecto uno tiene la chance de hablar con la persona que nos lleva (incluso también con su familia o amigos) y de conocer cosas que, de otra manera uno no conocería. Como viven. De que trabajan. Su punto de vista sobre la realidad del país. Su curiosidad. Su historia de vida. Todo.

Una hermosa experiencia haciendo dedo por Malasia
Una hermosa experiencia haciendo dedo por Malasia

Hay que saber, también, que hacer dedo requiere un esfuerzo de nuestra parte. No solo a la hora de planificar rutas, carteles y demás, sino también a la hora del viaje mismo. No podemos subirnos y quedarnos dormidos, como si estuviéramos viajando en un taxi. Si esa persona o familia nos recogió, es porque también están interesados en nuestra vida, en nuestra historia, en como llegamos hasta ahí y en porque estamos donde estamos. Vamos a tener que hablar con ellos y estar abiertos a su verdad. A fin de cuentas, esa es la idea de viajar, al menos para mí. Abrir nuestra mente a nuevas (y a veces totalmente distintas) realidades.

Cuando hice dedo en Malasia, allá por 2015, una familia me llevó desde Cameron Highlands a Kuala Lumpur, sin escalas. Un viaje de casi 4 horas que significó uno de los mejores momentos en el Sudeste Asiático. Hablamos todo el viaje, paramos a almorzar y juramos, algún día, volvernos a ver. El fuerte apretón de manos que nos dimos, cuando me dejaron en la parada de metro donde me tenía que bajar, fue un mimo a mi corazón y a mi espíritu viajero.

Obviamente, desde el punto de vista económico, hacer dedo es un gran alivio para nuestra billetera. Solo vamos a tener que invertir (y no siempre) en un boleto de bus o metro a las afueras de la ciudad, donde va a ser más fácil encontrar un punto de descanso en las autopistas para que alguien nos levante. No es buena idea hacer dedo en el centro de la ciudad, donde suele haber más tráfico y es menos probable que alguien pare para que nos subamos.

Si ustedes creen que, en el momento de su vida o viaje en el que se encuentren, no se sienten cómodos con la modalidad del hitchhiking, no la hagan. No hay una única verdad a la hora de viajar. Uno tiene que estar cómodo con su forma de viajar. Primero tenemos que ser felices nosotros para después poder transmitir esa felicidad y, a su vez, recibir lo que los otros nos dan o dicen. A veces es mejor gastar unos pesos de más pero usar ese tiempo para pensar, escribir o incluso dormir. No hay una sola forma de viajar, no se olviden de eso.

Para saber más acerca del hitchikking, lean, obviamente a los chicos de Marcando el Polo o a Juan, de Acróbata de Camino. Ellos si que la tienen clara.

Carpooling

El concepto de Carpooling significa compartir un viaje en auto con personas que van al mismo lugar, o a lugares cercanos. De esta manera se comparte el gasto de combustible y, a su vez, se conoce gente nueva. A veces pueden salir charlas muy interesantes, o a veces, simplemente, se comparte el viaje en silencio, escuchando música. A veces la persona que maneja cobra un fee por el viaje, o a veces solo pide dividir el gasto del combustible.

Los chicos de Viajando Vivo escribieron un muy buen artículo en donde mencionan, en uno de los puntos, el carpooling y una aplicación muy buena para poder usarlo con frecuencia.

Creo hay muchas formas de ahorrar en el transporte y, seguro, me olvidé de mencionar varias. Sin ir más lejos, no mencioné el concepto de Relocation, en donde una empresa de autos nos pide llevarles uno de sus autos de un punto X a un punto Y, en una cantidad de días específicos. Nosotros solo pagamos el costo del combustible. En este artículo pueden ver de que se trata, mientras leen sobre un roadtrip que hicimos por Nueva Zelanda.

En NZ nos dieron esta motorhome para llevarla de Auckland a Christchurch. Fue una experiencia increíble!
En NZ nos dieron esta motorhome para llevarla de Auckland a Christchurch. Fue una experiencia increíble!
En Australia vino una amiga de Agos y preferimos alquilar una Van y recorrer lo que nosotros quisiéramos, en el tiempo que quisiéramos
En Australia vino una amiga de Agos y preferimos alquilar una Van y recorrer lo que nosotros quisiéramos, en el tiempo que quisiéramos

La idea no es profundizar en cada una, sino dar un pantallazo general para que ustedes después, en base a la que más les guste o atraiga, puedan explorar.

Como dije al principio del artículo, pregúntense esto: ¿Cómo haría un local para ir del punto A al punto B? Esa pregunta los va a empezar a orientar sobre si los precios que estan pagando son justos o no. No nos cerremos a la idea de viajar como un local, de conocer nuevas culturas, de experimentar algo que, de otra manera, no podríamos experimentar.

Y, como siempre digo, no hay una única verdad y, como en la vida, los viajes tienen sus momentos. A veces estamos con la energía para hablar con la gente, intercambiar historias de vida y escuchar lo que el otro tiene para decirnos. A veces estamos tan abajo que solo queremos escuchar música, pensar, llorar y escribir. En momentos así, no nos cerremos en la falsa idea que un buen viajero tiene que viajar a dedo o viajar de la manera más barata que haya. No entren en eso. No existe el concepto de buen o mal viajero. Respondemos a como nos sentimos y, si en un momento en particular, sentimos la necesidad de tomar un bus lujoso que nos de comodidad y nos deje en el lugar que queremos estar, bienvenido sea.

Caras así, de felicidad y tan naturales, son las que te encontras cuando viajas como un local
Caras así, de felicidad y tan naturales, son las que te encontras cuando viajas como un local

Este post pertenece a la serie “Las 3 aristas para mantenerte en la ruta y vivir viajando. El post sobre Trabajo pueden encontrarlo haciendo clic en este link y el post sobre Hospedaje, acá

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