fbpx

Posponer es también una decisión

Posponer es también una decisión. Hay una razón en la demora. Hay un motivo. Hay un porque. Aunque no lo queramos ver. Aunque no lo queramos mirar. Aunque busquemos excusas y justificativos para respaldar nuestra no decisión, atrás de lo que posponemos, hay algo que nos frena.

Es que, a veces, simplemente no es el momento. A veces hay que sincerarnos con nosotros mismos. Hay que mirar para dentro, y conocernos un poco más. A veces, simplemente, no estamos listos para algunas decisiones. No es de cobarde. Ni tiene que ser considerado un fracaso. Es entender que no podemos estar en varios lugares al mismo tiempo y que es necesario ser egoísta para ser feliz. Es que que muchos le dan un tono negativo al concepto de egoísmo. Dejame decirte una cosa. Para poder estar pleno con el resto, hay que estar pleno con nosotros. Y para eso, hay que ser egoísta. En serio. No sirve hacer las cosas pensando en como va a reaccionar el otro. Si no hacemos lo que hacemos por nosotros, estamos perdiendo el control.

Va a doler. Posponer, digo. No es fácil. Es que a veces nos obsesionamos con algunas cosas. Y la obsesión es traicionera. A ver. Te voy a dar un consejo. No confundas corazonadas con obsesiones. Para dar el salto al vacío, tan necesario como importante en nuestra historia, tenemos que estar preparados. Hay algo adentro nuestro que nos tiene que decir que estamos listos. De una forma u otra tenemos que alcanzar ese grado de paz interior que nos permita ser conscientes de las decisiones que tomamos y tener la fortaleza para afrontar sus consecuencias. Porque cada decisión hace tambalear nuestra realidad como un terremoto haciendo temblar los cimientos del más grande imperio. Y tenemos que estar listos. Cien por ciento listos.

A veces me pregunto, ¿por qué posponemos las decisiones? ¿Cómo las diferenciamos del miedo? Es que, ¿no te pasó estar tan cerca de decidir algo y, cuando tenemos que tomar el envión final, simplemente te paralizas? ¿Simplemente hay algo adentro tuyo que no te deja moverte? Lo pienso y me da pánico. Ese momento. Me estremece. Pero con el tiempo aprendí a valorar esos instantes. A confiar en mi mismo. A escuchar a todo eso que fui aprendiendo con el paso del tiempo. A entender que me conozco.

Hay que escuchar, a las no decisiones. Hay que valorarlas. Hay que aprovecharlas. Hay que descubrirlas. Y atesorarlas. Porque es en esas pequeñas cosas, tan ocultas como valiosas, en las que, más adelante, vamos a encontrar nuestro diferencial. A veces no es el momento y no nos tenemos que avergonzar. A veces es simplemente aceptar. Aceptar lo que nos pasa. Aceptar lo que nos rodea. Aceptar que posponer, es también una decisión. Una decisión que nos puede cambiar la vida.

Una Vuelta por el Universo. Una serie de relatos espontáneos e impensados. Posponer es también una decisión.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.